La historia de la parroquia San Miguel Arcángel tiene una serie de hitos, algunos de mucho antes de su creación, con las acciones de los primeros predicadores de la fe cristiana en un lugar donde estaba todo por hacer.

La llegada de Eduardo Fritz, austriaco que llegó a la zona en 1925, lo tiene predicando el evangelio a pesar de una serie de vicisitudes que debió afrontar.

Ese mismo año, en diciembre, llega a la zona el padre redentorista alemán Juan Holzer, acompañado por el sacerdote Matías Breuer que son los que ofician la primera misa en la capilla de Frtiz, bautizando y celebrando casamientos.

Realizaban misiones en toda la zona y algunas de sus giras duraban entre 60 y 70 días; de allí nacerá la primera vocación sacerdotal redentorista de esta parte del Chaco ya que, en 1926, Reginal Wasinger fue llevado por el padre Holzer al seminario, ordenándose en Villa Allende, Córdoba, en 1938.

Espinoza y San Miguel

Otra figura destacada en ese tiempo es el franciscano Wenceslao Espinoza que realiza su primera misión en Las Breñas en 1927

Él pertenecía a la provincia de Asunción del Río de la Plata; había nacido en Tucumán e integró la Comisaría de Misioneros, afectado a la provincia de San Miguel Arcángel, comprendida por Santa Fe, Corrientes, Entre Ríos, Chaco y Formosa; misionó en San Martín norte, Santa Fe, y el Chaco, impulsando la Orden Franciscana Seglara, llamada también Tercera Orden. Se acercó a esta zona atendiendo las viceparroquias de Las Palmas, Sáenz Peña y Villa Ángela; de allí, al sudoeste chaqueño se movilizaría en los mismos medios que utilizaba Holzer.

Además, celebraba la misa en la capilla de Eduardo Fritz y durante los 15 años siguientes, hasta la inauguración de la iglesia local, oficiará la cena del Señor cada noventa días aproximadamente en la misma capilla a donde concurrían los breñenses, y en el pueblo utilizando una de las habitaciones del Hotel Francés de don Jorge Lheritier, a veces en el Hotel Colón de Domiján y un salón de Cruz Tello. Se preparaba un altar con un cuadro del Jefe de las Milicias Celestiales, San Miguel arcángel, facilitado por Mauricia Tejedor de Diez.

Crecer en la fe

Así, en cada visita, Espinosa duplicaba los bautismos, comuniones y sacramentos del matrimonio, creciendo la comunidad de fe y madurando la necesidad de construir una parroquia central en el solar reservado para ello por la Dirección de Tierras y Colonias frente la plaza, la que comenzaría a levantarse durante la década de 1930, en la esquina noroeste de la manzana 35, donde colocaron los postes y alambraron el terreno en 1935. La colocación y bendición de la piedra fundamental fue el 15 de diciembre de 1935.

El padre Wenceslao Espinosa, al frente de la Viceparroquia del Sagrado Corazón de Jesús de Villa Ángela, dependiente del Obispado de Santa Fe, el 28 de noviembre de 1932 organiza la primera comisión con el propósito de construir la iglesia de Las Breñas. La reunión que se realizó en el domicilio de Primo Cerassi dejó constituida la misma: presidente Luisa Alberoni de Cerassi, vicepresidente Margarita Giordano de Brillada, secretaria Ana Perucca, prosecretaria Margarita Lheritier, tesorera Victoria de Zalezki, protesorera Mauricia Tejedor de Diez; vocales, Luisa Cantero de Pozzi, Italia Teresa Pozzi y Lidia Filomena Cerassi. Inmediatamente se hizo una colecta de $ 20 que fueron entregados al padre Espinosa para la futura obra.

Construcción del templo

Al año siguiente, el 27 de septiembre, el padre Espinosa convocó para la integración de una nueva comisión mixta a la que denominó ProTemplo y se conformó con la presidencia de Ubaldo Blanco; vicepresidencias, 1ª de Margarita Lheritier de Sauvage y 2ª de Teresa Ferrato; secretaria Leonor Delgado, prosecretaria Amalia María Fantín de Delgado, tesorero Julio E. Sauvage, protesorera María Ferrato; Vocales, Jorge José Amad, Carmen Neme de Amad y Teodolina Luján Campos. De inmediato se inició la construcción de la iglesia que se le encomendó al albañil Alfredo Romero, ajustándose a un plano traído por el padre Espinosa desde Santa Fe. La obra demandó casi 6 años hasta su inauguración, el 29 de septiembre de 1941.

El 5 de julio de 1937, con motivo de una Misión Popular realizada por los Padres Redentoristas Alemanes, monseñor Nicolás de Carlo, obispo auxiliar de Santa Fe y Vicario del Chaco y Formosa con sede en Resistencia, visita la obra y deja importantes sugerencias para agilizar la construcción. Mientras tanto, hasta contar con el templo, las misas continuaban oficiándose habitualmente en el Hotel Francés y, a partir de 1937, cuando se inauguró el edificio propio de la Comisión de Fomento, en su galería posterior abierta donde, además, las mujeres solían reunirse para rezar el Santo Rosario ante la imagen de la Virgen de Luján.